La Universidad de Extremadura ha elaborado un informe denominado “Balanzas Ambientales” que revela que Extremadura es la única comunidad autónoma que compensa los gases contaminantes que genera a través de la cantidad de CO2 que absorbe su masa arbolada, por ello la UEX expone que la región tendría la posibilidad de vender derechos de emisión a otras regiones.
José Luis Navarro, Consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, ha declarado mediante una rueda de prensa que las emisiones “verificadas” de Extremadura, correspondientes a los gases contaminantes medios, ascienden a 1.176.000 toneladas al año, frente a los 2 millones de toneladas de CO2 que la masa arbolada “secuestra”.
Así pues, se produce un saldo neto de fijación excedentaria de más de 800.000 toneladas y compensa, conforme el estudio, el 170 % de las emisiones verificadas, mientras que comunidades como Cataluña y Madrid verifican el 27 y el 21 por ciento, respectivamente.
Este balance medioambiental ha sido presentado hoy en la ciudad de Mérida junto con el libro “Equidad en la prestación de los servicios públicos fundamentales en España: Balanzas de Accesibilidad en Educación y Sanidad”, en el que viene desarrollada una nueva “doctrina” sobre la financiación autonómica, según ha señalado su director, Luís Murillo, catedrático de Economía en la UEX.
Ambos informes han sido dirigidos pos Murillo, y ha contado además, con la colaboración de la Junta de Extremadura.
La metodología utilizada en el estudio ha determinado el diferencial que existe en cada comunidad frente a la media nacional, con aspectos como los niveles de emisión y asignaciones, grados de cobertura y potenciales de intercambio ambiental y capacidad de fijación de masas arbóreas.
Según Luís Murillo, este último aspecto determina que Extremadura sería la única comunidad capaz de fijar todas sus emisiones en base a la masa arbolada y tener aún un excedente.
En su opinión, el excedente de absorción de gases contaminantes de la región permitiría vender derechos de contaminación a otras comunidades que emiten más CO2 del que recupera su masa forestal.
Esta posibilidad ya se desarrolla en el ámbito internacional entre países a través del Protocolo de Kioto.
En otro sentido, Navarro ha hecho referencia al estudio de la llamada "huella ecológica" del Gobierno central, consistente en una comparación entre la superficie que necesita un ciudadano para obtener los productos que consume y absorber los residuos que genera.
Según ha dicho, Extremadura es, junto con Aragón, Castilla la Mancha y León, la única comunidad que respeta la huella ecológica española, establecida en 6,4 hectáreas por habitante.
