Como fruto de una operación dirigida a desarticular una red internacional que se dedicaba al tráfico ilegal de aves protegidas, ha sido detenido un vecino de la localidad de Berlanga. Concretamente se han arrestado a nueve personas, siendo el pacense la única de España, el resto de detenciones se han producido en Francia, Bélgica, Holanda y Alemania.
Esta operación ha sido llevada a cabo de manera conjunta entre la policía belga y la española, y son dos años los que lleva en funcionamiento. Como resultado de la misma se ha conseguido intervenir sólo en España 58 ejemplares de estas aves protegidas, de las cuales 22 se encontraban en pésimo estado y el resto, esto es 36, fueron halladas congeladas en un arcón frigorífico.
La Policía cree que el vecino de Berlanga se dedicaba a expoliar nidos de rapaces en los distintos puntos de la geografía españolas para posteriormente comercializar con sus crías y huevos. Tras registrar su vivienda, los agentes descubrieron en el interior de un frigorífico las aves congeladas intervenidas.
Gracias a esta investigación se ha podido confirmar la existencia de un tráfico internacional de especies protegidas entre España, Francia, Bélgica, Holanda y el Reino Unido, con ramificaciones en las antiguas repúblicas soviéticas, República Checa, Austria, Italia y Alemania.
Como resultado de esta indagación los agentes españoles detectaron un grupo de personas dedicadas a expoliar nidos de aves rapaces protegidas en distintos puntos de la geografía española, para comerciar a nivel internacional con sus crías y huevos.
Finalmente, localizado y detenido el principal organizador de este entramado en España, se procedió a la intervención de 5 cernícalos primilla, 2 cernícalos patirrojos, 1 halcón Harris, 8 águilas perdiceras, 3 águilas perdiceras africanas, un halcón vespertinus y 2 chovas piquirrojas. Las aves se encontraban en muy malas condiciones, hacinadas en jaulas habilitadas únicamente para su estancia temporal, ya que el objetivo era la venta de las mismas.
Supuestamente, el vecino de Berlanga se dedicaba a capturar a los animales, mientras que el resto de los miembros falsificaban los documentos acreditativos de la tenencia de los animales (CITES), y de los elementos que los identifican (anillas). Además, se encargaban de contactar con los compradores de las aves de rapiña en países como Emiratos Árabes, lugar donde las especies protegidas alcanzan unos precios muy elevados.
Finalmente indicar que estas investigaciones han sido desarrolladas conjuntamente por agentes del Grupo de Consumo, Medio Ambiente y Dopaje de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial y la Policía Federal Judicial de Bélgica, con la colaboración técnica de la Autoridad Cite del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, así como de los técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura.