Conducir en la Vía Pública es un Acto de Responsabilidad Ciudadana

 En dependencia de la región o la ciudad donde uno viva, será mayor o menor la congestión del tránsito, y en la misma medida, será la necesidad de conducir respetando las reglas y las leyes que rijan en cada país. Hay lugares donde simplemente lo que prima es la ley del más fuerte, como si las vías fueran realmente una jungla de asfalto, y no es solo que no se respeten las señales, sino que ni siquiera existen estas señales y lo que existen son una serie de reglas no escritas que, en condiciones normales se respetan, pero que basta con que cualquier accidente o alguna otra causa provoque un bloqueo parcial de la vía para que reine el caos. Y las reglas son para respetarlas, no para romperlas, como bien sabemos los aficionados a los juegos de http://www.eurokingcasino.es.

Necesidad de una formación antes de solicitar el permiso de conducir

En otros países, por el contrario, existen señalizaciones pensadas para cada situación, que además de ser de estricto cumplimiento, permiten una circulación fluida aun cuando el número de vehículos en la vía sea alto. Y, en la mayoría de los casos, los conductores van creando una autodisciplina no solo por miedo a la multa, sino por la toma de conciencia de la importancia de respetar las normas en bien de todos. En estos países los exámenes para obtener el permiso de conducir son rigurosos, tanto desde el punto de vista teórico como práctico, y de ahí la importancia de recibir una formación previa con una institución autorizada y de prestigio, que más allá de garantizar que apruebe el examen, le garantice ser un conductor responsable, confiable y con formación ciudadana.

Conducir en la vía pública implica una responsabilidad ciudadana. Lamentablemente, hay una parte importante de los conductores que no asumen totalmente esta responsabilidad, poniendo en riesgo no solo su vida, y la de sus pasajeros, sino la de otras personas que circulan o caminan por las mismas vías. En el afán de llegar pronto al destino, sea o no bajo la presión de un horario, muchos choferes cometen todo tipo de infracciones y, en muchos casos, utilizan el claxon insistentemente para instar a los que tienen alrededor a que también lo hagan, si es el caso que estos últimos les impiden el paso.

La plaga del uso de los teléfonos móviles al conducir

Y, por último, está el relativamente nuevo y creciente problema del uso de los teléfonos móviles mientras se conduce. Y ahí sí que tenemos que admitir que las leyes del tránsito no se han modificado al mismo ritmo que se ha expandido el uso de estos dispositivos en la vida cotidiana. Están, indudablemente, rezagadas en este sentido, y dada la incidencia de su uso en los accidentes de tránsito, ya es hora de que este sea regulado de la forma más estricta posible.