Curiosidades papales

La renuncia de Benedicto XVI ha marcado un hito en la historia pontificia, una curiosidad histórica más a sumar a las muchas que la larga e intensa trayectoria de la Iglesia ha ido reuniendo a lo largo de los siglos. No son pocas las anécdotas que los Papas han dejado para la posteridad. Veamos algunas de ellas…

En su condición de humanos los Papas, aunque más cerca que nadie de lo Divino, tienen sus gustos y preferencias, manías y aficiones y también, cómo no, sus pequeños (o grandes) vicios.

Por ejemplo, no muchos conocen la gran afición que Juan Pablo II tenía por el fútbol, tanto que incluso llegó a adelantar su ceremonia de investidura de la tarde a la mañana para que no interfiriera con un partido (o eso cuentan las malas lenguas).

Tampoco las renuncias son novedad en el mundo papal, al parecer hay evidencias de que Pablo VI (1963-78) quiso abandonar el cargo, aunque al final no lo hizo. El que si plantó la tiara fue Celestino V (1294) por motivos de humildad. Y hasta nuestros días con Benedicto XVI.

Como hombres de carne y hueso que son, su condición humana los condena muchas veces a dolencias como la hipocondria, que sufrió Pío XII (1939-58), y que le llevaba a tomar una copita de vino al día pues, y en eso se adelantó a su tiempo, pensaba que era medicinal (sólo una, ojo). Lo malo de este Papa era su obsesión por las moscas, a las que perseguía por medio Vaticano al parecer…

El papa Juan XXIII (1958-63), conocido como el Papa Bueno, eligió el nombre por su padre y era un fumador empedernido al que le gustaba subirse a lo más alto del Vaticano y observar a la gente. Estaba bastante grueso y cuando fue elegido Papa no entraba en ninguno de los tres tallajes previstos por los sastres vaticanos. Sorprendió a medio mundo convocando el Concilio Vaticano II en 1959.

Por lo general a lo largo de estos dos milenios de historia de la Iglesia, los Papas se han caracterizado por su bondad y humanidad, pero también ha habido algunas excepciones como “Su Santidad” Juan XXIII (1410-15), que fue depuesto por decreto del concilio de Constanza por notorio incesto, adulterio, profanación y homicidio. Su amante era la esposa de su hermano. Para acallar el escándalo, este individuo fue enviado como Arzobispo a Tusculum por cuatro años. Durante ese lapso, sedujo a 200 monjas, doncellas, casadas y viudas. En este caso “Su Santidad” era un depravado.

De los 256 papas que ha tenido la Iglesia católica 205 han sido italianos, 106 romanos, 19 franceses, 14 griegos, 8 sirios, 6 alemanes, 3 africanos, 2 españoles y de las nacionalidades austriaca, palestina, inglesa, holandesa y polaca, ha habido uno de cada.

El nuevo Papa, Francisco I, ha empezado rompiendo moldes en más de un sentido: es el primer Papa americano, argentino por más señas y el primer Papa jesuita, además su cercanía y su caracter abierto han hecho que su pontificado comience con muy buenas expectativas para los católicos.