Dos hombres, de 35 años de edad y vecinos de Aznalcollar, Sevilla, han sido detenido por la Guardia Civil como presuntos autores de un delito contra la fauna y otro de tenencia ilícita de armas.
En la actualidad, y motivados por la sospecha de la presencia de furtivos procedentes de provincias limítrofes con la de Badajoz, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Azuaga intensifica la vigilancia en los cotos de caza mayor de la Campiña Sur.
De este modo, en la tarde del pasado sábado, una unidad del Seprona observaba la presencia de un vehículo sospechoso en los alrededores de un coto de caza mayor cercado, situado en el paraje Arroyo los Molinos, en Llerena. Solicitado su titular a la Central Operativa de Servicios, se tuvo conocimiento de que éste residía en la provincia de Sevilla. Con esta información, se optó por realizar labores de vigilancia en el lugar.
Tras permanecer vigilando algo más de cuatro horas, los cazadores furtivos regresaban a su vehículo, y al percatarse de la presencia de la Guardia Civil, emprendieron al huída a pié, logrando ser detenido dos de ellos. En su empeño de frustrar su detención, arrojaron el material de caza en una charca de agua, lo cual no fue impedimento para que los agentes lograran recuperar un rifle calibre 243, 20 balas de dicho calibre, machetes, mochilas, prismático, mira telescópica y pasamontañas.
Durante la inspección del arma incautada, se comprobaba que ésta tenía los números de serie borrados y que carecían de documentación. El rifle ha sido remitido al laboratorio de criminalística de la Guardia Civil en Madrid, con el fin de identificación y descartar posible participación en otros hechos delictivos.
Posteriormente se han iniciado labores de rastreos en la finca con el objetivo de localizar alguna pieza de caza abatida, de la misma manera que la búsqueda del tercer cazador furtivo sigue en pie.
Los detenidos y efectos incautados han pasado a disposición judicial.