Oleada de robos en Azuaga

Que un extraño se meta en tu casa es malo, que en vez de uno sean más, peor. Pues bien, eso es lo que en la actualidad están sufriendo los vecinos de Azuaga, sí, ni más ni menos que eso: una oleada de robos.

Los azuagueños se encuentran atemorizados, no pueden vivir tranquilos porque una serie de individuos se meten en sus casas, bien a través de los tejados, bien directamente desde la calle. Asaltan deliberadamente a sus propietarios, robando todo lo que encuentran a su paso, e incluso llegando a pararse en alguna de ellas a “picotear” algo. Como lo oyen.

Seguramente que esto último suscite alguna que otra carcajada, pues ríanse ustedes que pueden, porque la triste realidad es que son muchos azuagueños los que se sienten indefensos en sus propios hogares. Y si decir esto es duro, mucho más lo es el sentirlo.

La palabra hogar se usa para designar el nombre de un lugar donde se siente seguridad y calma, con lo cual, hoy por hoy, en Azuaga no hay hogares. Y todo ello por culpa de sujetos que se creen con derecho a todo, listillos conocedores de la ley conscientes de hasta dónde deben de llegar en sus fechorías: suficiente para hacer daño a los demás e insuficiente para que el peso de la ley caiga sobre ellos.

Manda narices que, sabiendo todos quienes son esta gente, tengamos que quedarnos de brazos cruzados a la espera de tener un poco de suerte y que no le toque a ningún familiar, y mucho menos a uno mismo, mientras ellos hacen y deshacen a sus anchas, sin tener nada que perder porque ya lo tienen todo perdido.