Debido a los casos de gripe porcina que están dándose actualmente por casi todo el mundo y llevan ya un elevado número de muertos, hemos decidido esclarecerles un poco qué es esta enfermedad.
La gripe porcina es una enfermedad infecciosa, respiratoria, que afecta a los cerdos. Los virus más conocidos son los del tipo H1N1, el más frecuente, aunque también circulan otros subtipos dentro del género “Influenzavirus A”, como H1N2, H3N1 y H3N2.
Esta enfermedad, que se produce fundamentalmente en invierno y en otoño, tiene una mortandad que suele ser elevada en los cerdos, pero no en los humanos que suele ser del 1 al 4 %, hasta ahora.
Lógicamente, el mayor riesgo de ser infectado lo tienen las personas que están expuestas de modo más intenso a este tipo de animales, aves de corral y cerdos, siempre y cuando éstos porten alguna cepa viral que sea capaz de llegar a infectar a los humanos. No olvidar además que, los virus de la gripe porcina pueden mutar en un estado por el que pueden ser contagiados de personas a personas.
Por tanto, esta gripe porcina se une a la lista de enfermedades de origen animal que pueden ser contagiadas a los humanos, como la conocida gripe aviar o la Enfermedad Espongiforme Bovina, llamada “el mal de las vacas locas”, sin olvidar otras enfermedades que han obligado a tomar medidas sanitarias como la fiebre aftosa y la lengua azul.
Ya se sabe que este brote de gripe porcina ha comenzado en el estado sureño de Oaxaca, el pasado 1 de abril, aunque no se detectó hasta el jueves por la noche, cuando el Ejecutivo Mexicano anunció de modo inesperado, el cierre de colegios y universidades capitalinas, ante el temor de una epidemia de esta gripe animal.
Fue ese viernes cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó su preocupación por las 60 muertes en México, relacionadas presuntamente con esta infección, a las que se les añaden 7 personas más afectad en Estados Unidos, de las cuales, ninguna había tenido contacto con cerdos. El domingo la epidemia saltó de América a Europa, con España como principal importadora.
Respecto a la posibilidad de pandemia, que también se contempló hace no tanto con el caso de la gripe aviar, no se descarta que pueda producirse porque el peligro de contagio de esta gripe está en el aire que se respira, tan sólo hace falta el estornudo o tos de una persona infectada para que se contagie. Aún así, depende de la virulencia del virus y de la inmunidad de las personas, tanto como de la eficacia de los fármacos de la gripe común para erradicar esta gripe animal.
Lo más preocupante de esa gripe es que a pesar de que inicialmente necesita del contacto directo entre el cerdo y el humano para contagiarse, posteriormente se trasmite de persona a persona sin necesidad de la presencia del citado animal. El contagio en este último caso se produce por el aire, esto es, si por ejemplo una persona toca algo que tiene el virus y luego se lleva las manos a la boca o a la nariz.
Aunque lo más importante es que debemos de tener presente que la enfermedad no se transmite por consumir carne de cerdo ni productos derivados del mismo, el virus muere a temperaturas superiores a los 70 grados centígrados.
Los síntomas de la gripe porcina en personas son similares a los de la gripe estacional común, la fiebre superior a los 39 grados, que se presenta de manera repentina; los síntomas respiratorios, como la tos, los estornudos y la rinorrea; los dolores musculares y de las articulares; el dolor de cabeza intenso; la irritación de los ojos; y malestar general, entre otros.
Para evitar el contagio de esta gripe animal, hay que evadir el contacto directo con personas que tengan una infección respiratoria, el alto contacto entre personas, el compartir alimentos y extremar el cuidado de la higiene personal, así como evitar los lugares donde haya mucha gente, entre otras precauciones. Siempre hay que visitar al médico de manera inmediata si se presentan algunos de los síntomas citados.
Para diagnosticar que existe el contagio, se recoge una muestra obtenida del aparato respiratorio, entre los primeros 4 ó 5 días de infección, que es cuando tiene más probabilidades de contagiar el virus. Los niños, y algunas personas, pueden diseminar el virus durante 10 días o más.
El tratamiento consistirá en las mismas medidas de soporte y de medicamento que la gripe común, como son los antivirales oseltamivir y zanamivir, que se utilizaron para contener la gripe aviar, siempre bajo prescripción médica.
