El campo extremeño protestó

Y el campo se levantó… Ahora sólo cabe esperar que aquellos a los que les correspondan tomen las medidas necesarias para paliar este abuso que vienen sufriendo los agricultores extremeños. 

Ayer fue una jornada de reivindicación y protesta a la que se sumaron no solo agricultores, sino ciudadanos de a pie y empresas, conscientes de que el campo a fin de cuenta nos da de comer a todos. 

Extremadura, vive del campo. El campo extremeño es la razón de ser de esta comunidad autónoma, y sin él, Extremadura se muere. 

Se trata de una realidad que nos afecta a todos, nos guste más o menos. 

De un tiempo a esta parte al campo extremeño se le ha venido poniendo la zancadilla constantemente, se le exige cada vez más, y se le da cada vez menos. 

Lejos de lo que muchos puedan pensar, estos trabajadores de la tierra no quieren ni piden más ayudas ni subvenciones, solo quieren que les dejen hacer su trabajo como solo ellos saben. Y finalizado el mismo, sus productos tengan un precio justo, simplemente el que se merece. 

Porque tal y como decía Luís Chamizo en su “Miajón de los Castúos”... 

“…Ellos saben que la tierra labrantía,

Seria, llana y arrogante´n, los recuetos,

Es la jembra que mantiene muchos hijos

Con ajuerza de la savia de sus senos;

Y es la madre, y es la novia y es la hermana

Del gañán que, con calor de macho en celo,

La colmara de cuidados, 

La regara con suores de su cuerpo, 

La labrara con cariño, 

Derramara por sus surcos el granero

Y supiera conformarse cual cristiano

Cuando Dios, dende los cielos,

Pa probá si eran mu jondas sus querencias, 

Malograra sus esfuerzos. …

… Son asina los cachorros de la raza

de castúos labraores extremeños,

que, inorantes de las cencias d'hoy en día,

cavilando tras las yuntas, descubrieron

que los campos de su Patria

y la madre de sus hijos, son lo mesmo”