Ayer os informábamos de que está teniendo lugar un juicio por fraude a la Seguridad Social en el que se han sentado en el banquillo como presuntos acusados un médico y a un farmacéutico.
Hoy tenemos más información sobre el mismo. En concreto ambos profesionales están acusados por la presunta falsificación de miles de recetas médicas, fraude este que podía haber costado 1,8 millones de euros a la sanidad extremeña. Los hechos como os adelantábamos, acaecían entre 2003 y 2007, periodo en el que presuntamente el médico sustito, José Miguel M. T., utilizó los talonarios de recetas de los médicos a los que reemplazaba para prescribir recetas imitando sus firmas.
El Ministerio Fiscal cree que el facultativo estaba concertado con José Manuel D. V., farmacéutico titular de Puebla del Maestre, quien se hacía cargo de las recetas y recibía su importe del SES, a pesar de que luego no dispensaba los medicamentos.
Durante la vista que se celebró en el día de ayer, fueron llamadas a declarar las dos inspectoras del Servicio de Inspección de Farmacias de la Consejería de Salud de la Junta de Extremadura. Ambas explicaron que el fraude se detectó gracias a un programa informático que permite saber cuántas medicinas subvencionadas vende cada farmacia de la región y dónde se dispensan las recetas de cada médico.
Ese análisis detectó un «crecimiento desorbitado» de ventas en el establecimiento de Puebla del Maestre, donde se llegó a triplicar la media de las farmacias ubicadas en poblaciones del mismo tamaño.
La primera comprobación se centró en las recetas expedidas entre octubre de 2006 y abril de 2007. De ese modo se llegó a la conclusión de que José Miguel M. T. había utilizado el nombre de los médicos a los que sustituía, hipótesis confirmada por los facultativos afectados.
En la vista de ayer comparecieron como testigos varios doctores que trabajaban entonces en los centros de salud de Llera, Valencia de las Torres, Berlanga, Puebla del Maestre, Higuera de Llerena, Ahillones y Usagre. A preguntas de los abogados, reconocieron que les extrañó el alto número de recetas que utilizó José Miguel M. T. mientras ellos no estaban. También les sorprendió que algunos pacientes comentaran que el médico suplente «no quería hacerles recetas».
Fraude millonario
Las inspectoras afirmaron que el fraude fue millonario, aunque sólo se cuenta con las facturas falsificadas a partir de octubre de 2006 porque el SES no conserva este documento más de un año. Entre octubre de 2006 y abril de 2007 se ha valorado en 264.000 euros el coste de los medicamentos expedidos en recetas falsas. A esa cifra hay que sumar otros 490.000 euros del período de mayo a noviembre de 2007.
El resto del dinero supuestamente defraudado corresponde al período 2003-2006, del que no se conservan las recetas. Para llegar a esa conclusión se tiene en cuenta que las ventas en la farmacia de Puebla del Maestre comenzaron a dispararse en 2003, año en el que empezó a trabajar el médico investigado.
El facultativo suplente acusado de los hechos reconoció que había cometido las falsificaciones y aceptó la acusación del fiscal que valora el fraude en 30.000 euros (no en 1,8 millones), pero negó cualquier tipo de acuerdo con el boticario. En su declaración señaló que la manceba de la farmacia de Puebla del Maestre recogía las recetas en su consulta. «Ella se las llevaba y luego traía los medicamentos, pero yo no recibía ningún dinero del titular de la farmacia».
El farmacéutico negó haber participado en el fraude y aseguró que su tarea se limitaba a «dispensar lo que le traía la manceba». «Yo no tenía información de que esas recetas fueran falsas».
Tanto el fiscal como el letrado de la Junta le preguntaron si sospechó en algún momento por la gran cantidad de recetas expedidas por médicos que trabajaban a más de 40 kilómetros de Puebla del Maestre, a lo que respondió que él se limitaba a administrar los medicamentos recetados. «Para evitarlo tendría que haber sabido que eran recetas falsas», se defendió.
El Ministerio Fiscal y el abogado de la Junta creen que el farmacéutico participaba en el fraude, aunque no pudieron precisar dónde acabaron esos medicamentos. Por su parte, el letrado que defendía al farmacéutico no dudó de su inocencia.
El juicio continuará a lo largo del día de hoy.
Fuente: HOY
